Cuando hablo con mis clientes, algunos entienden sobre agilidad, realmente lo tienen claro, y otros la verdad no sabe bien que es, hay escuchado tanto del mercado, e incluso algunos están decepcionados de lo que le vendieron por agilidad, PERO, si en algo están de acuerdo todos es en lo QUIEREN:
- Responder mejor y más rápido a las necesidades cambiantes de los clientes.
- Aumentar la efectividad y la eficacia incluso rompiendo los silos internos y eliminando burocracia si es necesario.
- Aumentar la participación de los empleados en los procesos de negocio para poder atraer y retener el mejor talento del mercado que necesitan en el mundo digital.
Las empresas lo que quieren son resultados y la agilidad es el medio para ello, no un objetivo, no un fin. En ese sentido, entendiendo bien que es lo que realmente quiere lograr la organización y dónde se encuentra hoy, es que podemos recién trazar acciones apalancándonos en los diferentes métodos, frameworks y prácticas ágiles y no ágiles (Kanban, gestión de proyectos, neurociencia, gestión del cambio, psicología organizacional, etc.) que nos ayuden en el camino.
¿Gestión de proyectos? Eso no es nada ágil
Volvamos al principio: No quieres agilidad, quieres resultados. No digo que apliques todo el PMBOK, pero, conocer como gestionar de costos y adquisiciones, te ayudan a tener una mirada general de estos temas y poder adaptarlas a tu realidad bajo un entorno ágil. Recuerda, dependerá cuál es tu punto de partida para saber qué prácticas son las que vas a necesitar, sin embargo, un gran número de empresas por un corto o largo tiempo, viven en un modo híbrido. Es decir, entre las condiciones normales y los cambios propuesto por la agilidad.
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Una pregunta OBLIGADA cuando alguien me dice “Quiero un taller de agilidad/Scrum/Kanban para mi equipo” o “Queremos implementar la agilidad en nuestra empresa”, antes de avanzar en tiempo/costo y porqué tan caro, es preguntar “Cuéntame, ¿Qué resultados quieres lograr?”. Ese es el inicio de una larga y muy productiva conversación.