Voy a salirme un poco del tema de procesos y software para hablar de algo que vengo observando, leyendo y viviendo en mi día a día: «¿Cómo genera valor?».
Como todos sabemos, cada día se crean cientos de empresas, todas ellas con hambre de comerse el mundo y seguramente ofreciendo muy buenos servicios.
Con el pasar de los días, semanas y meses las empresas necesitan generar ingresos para seguir viviendo. Y es allí donde puede empezar la desesperación. Necesitan vender y para eso necesitan contar con un público a quien le puedan vender.
Me ha pasado que llegado el momento cuando me independice y decidí formar RIA pasé por este proceso.
Yo conocía muy bien mi negocio (software), pero, tenia muy poco conocimiento sobre ventas. Así que hice lo que todo el mundo hacia; empecé a agregar a mis posibles «compradores» al Linkedin y cuando me aceptaban de inmediato les enviaba un mensaje de agradecimiento y procedía a presentarme y escribir sobre mi empresa. Tenia el mismo «rollo» que muchos otros, de esos que aparecen en tu bandeja que lees o que tal vez ni lees.
Por supuesto, esto no me dio los resultados que esperaba. Realmente no me dio resultado alguno. Y no es que este mal hablar de tu empresa y ofrecer tus servicios o productos, sino que la forma en como lo estaba haciendo no generaba valor al otro -claro esto lo entendí después-.
Me encontraba entre frustrada y preocupada. La mayor parte de los proyectos que tenia venia de contactos directos, personas que me conocían, que habían trabajado conmigo y me recomendaban, pero, ningún desconocido a mi entorno.
Así que me puse a pensar porque mis contactos me recomendaban. Y encontré que de una u otra forma ellos veían que yo hacia bien mi trabajo. Para salirme de dudas, contacte con un par de ellos y almorcé con otro par para que me comentaran que veían en mi. En resumida cuenta, me entere que si hacia un trabajo bueno y que eso era lo que generaba valor. Me había olvidado de algo tan simple y con tremendo diferencial: “El valor de dar”.
Retrocedí en el tiempo hasta el año 2014 cuando creé mi blog llamado “Sistematizandonos”. Allí escribía sobre procesos logísticos, procesos y sistemas. Escribía lo que me funcionaban e iba aprendiendo en mi experiencia por diversas empresas.
Recuerdo que cuando empece y conforme pasaba el tiempo tuve muchos mensajes, algunos me pedían un tema en particular, otros me contaban sus dudas sobre ciertos temas y otros eran de agradecimiento. Yo me emocionada con cada uno por igual y les respondía de la forma como yo resolvería el problema y si por allí no sabia exactamente del tema, buscaba a quienes si sabían para que me apoyen a responder. Así seguía aprendiendo.
Primero dar, luego vender
Aprendí que para vender primero necesito dar. Primero es generar valor al otro y la venta es el resultado de ello. Que algunas veces llegará y otras no, lo importante es que a quienes le vendes, le estas generando valor.
Yo sigo escribiendo. Lo hago porque me gusta. Lo hago en este Blog, lo comparto por esta vía Linkedin, también para la revista Canal TI y muchos de mis artículos están en un muy útil portal español llamado Meetlogistics. Y resulta curioso que sin pensarlo, he conocido grandes personas y empresas. Algunas que me llamaron por consultas y terminamos trabajando juntos.
Estoy convencida que dar te permite vender sin vender. Aún estoy comenzando este camino. He aprendido de muchas personas que dan lo mejor que tienen; su conocimiento el know-how. Lo hacen a través de sus blogs, víideos, libros, conferencias y talleres.
En el caso de empresas, no hay mucha diferencia. Cuenta tu experiencia, cuenta como trabajan en tu empresa, cuéntanos como resuelven los casos, busca capacitar a tus empleados, crea una metodología de trabajo, comparte con tus clientes, genera valor de adentro así afuera, en otras palabras «da» y verás que el resto viene por consecuencia.
Saludos y muchos éxitos a todos.
