Hace unos meses, en el XII Congreso Internacional de Gestión de Proyectos Tour Cono Sur 2018 estuve como ponente hablando justamente de estos dos puntos. El título era: «Sin Cultura, no hay transformación digital«, puedes revisarlo aquí. Donde explicaba el nexo entre ambos puntos. En este post, voy a ahondar un poco sobre lo que implica una Transformación Cultural.
Johana Chuquino
No existe transformación, si la cultura no lo permite.
Hoy vivimos el resultado de lo que ya nos decía Peter Druker en los 90’s «La cultura se come a la estrategia en el desayuno».
Cuando una empresa desea empezar su proceso de transformación digital lo que hace es optar por una estrategia. Esta estrategia la decide tomar ya sea para encontrar nuevos negocios, para liderar el mercado o simplemente para sobrevivir en el mercado.
La diferencia de esta estrategia con otras, es que está implica un cambio radical en la forma de trabajar de toda la compañía. Y aquí debemos hacer una distinción. La forma de trabajar es personal y voluntaria. Por eso, es que este cambio es sin temor a equivocarnos realmente complejo.
En la transformación digital queremos decirle a las personas que van a pensar y hacer las cosas de manera distinta a como las venían haciendo y es aquí donde la transformación cultural cobra relevancia.
La cultura tiene dos lados, lo visible que son todo lo que nos muestra una empresa: su organización, el tipo de liderazgo y lo que busca como visión. Y el lado invisible formado por las conductas, valores y creencias (miedos y supuestos). Este es el lado que pensamos cambiar en un proceso de transformación digital.
Empresas como Amazon, Google, Apple, Facebook, son empresas que nacieron digitales, nacieron con una cultura que sostiene los constantes cambios que el mercado requiere. Nacieron con el core tecnológico en las venas y con una cultura tolerante al riesgo, permisible al error, orientada al trabajo en equipo y con el chip de que la innovación no es un espacio o un equipo, la innovación está en toda la compañía.
Por el otro lado, las empresas con más de 50 años en el mercado son las que necesitan transformarse. Empresas como IBM, BOSCH, ING, BBVA, BCP, han decido ir por este camino y tal como cuentan, este proceso no está siendo nada sencillo, nada económico, ni nada predecible.
Debe mencionarse también, que al ser un cambio cultural este es influenciado por la cultura de los países e incluso de las regiones. Un ejemplo es el de ING Holanda, donde en el 2015 decidieron hacer todo un proceso transformacional radical. Hizo que 3500 empleados postularan a 2500 posiciones, las que implicaban un cambio en su forma de trabajo en un 40%. ¿Qué sucedió? 2500 empleados aplicaron sin problemas a los nuevos roles ¿por qué? porque ya estaban preparados. ING tenia una cultura tolerante al riesgo y abrazadora a los cambios. –Hardvard Business Review: Agile Scaled 06-2018.
Si hubiéramos querido hacer esto en Perú, ¿cuál habría sido el resultado?
¿Qué es lo mínimo que necesitamos para empezar esta transformación?
He vivido estos cambios desde el 2011 en diferentes rubros; operadores logísticos, retail y banca. He sufrido con los desaciertos y he reído con los aciertos. En base a ello, creo que no existe una formula exacta que debemos seguir para transformar la cultura. Un método o un recetario que nos garantice el éxito. Conversaba sobre este punto con el equipo de Agile Wise, consultores de diferentes países, distintas experiencias y diferentes especialidades y coincidimos en que cada empresa es un mundo aparte, porque tiene una cultura individual. Sin embargo, si existen algunos puntos a tener en cuenta para empezar este proceso: empezar por saber cómo estamos y qué queremos lograr, contar con un equipo líder integrado, desarrollar una oportuna gestión de cambio y comunicar, pero, comunicar bien y a tiempo.
Les comparto mi presentación sobre «Transformación Cultural Exitosa, es posible» que compartí con el chapter PMI Lima hace unos días.
Finalizo diciendo: «Este cambio no solo es empresarial, este cambio es todos».
Nos leemos.